Si observamos a nuestro alrededor, podremos darnos cuenta de cuan fabulosa es la Escuela o Universidad de la vida; ellas nos proporcionan los maestros perfectos para que comprendamos el porqué y la causa o razón de cada cosa o situación que se presenta ante nosotros; tan sólo debemos observar no con los ojos que nos da la vida, sino con los ojos que nos provee el alma… nuestro Ser Interno o Superior.
La mayoría de nuestras faltas o fallas con los demás y con nosotros mismos radica en que no hemos aprendido a valorarnos ni a valorar a los demás, no desde el punto de vista del juicio externo; sino desde lo humano y elemental.
Cada Ser fue creado para llevar a cabo una gran misión en este plano terrenal y… la verdad es que, no es nada fácil discernir o saber cual es la misión de cada cual, pero en cambio; existen Seres que reconocen que su misión está muy clara y la orientan de forma interesante y sin ruidos perturbadores.
El silencio de los Maestros y Maestras es de gran importancia para sí mismos… porque cuando ese silencio se transforma en enseñanzas; es allí donde nos daremos cuenta, de cuál es la misión de ese Ser tan extraordinario en el cual brotan como manantiales maravillosas enseñanzas para quienes le rodean.
Mirna Castillo
18-08-2010
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